divendres, 6 de novembre del 2015

EL PANTEÓ DELS DEUS INDIS

Durante la época post-védica surge la noción de trimûrti, voz sanscrita que significa "tres formas". Es la trinidad hindú o tres formas de lo divino.


Es la manifestación del Absoluto para dar lugar al mundo fenoménico. Está integrada por los dioses Brahmâ, Vishnú y Shiva, que representan de una manera general las funciones de creación, preservación y destrucción del universo.

Brahmâ es el dios creador del universo, la primera persona de la trimûrti. Es el regulador del universo y el alma del mundo. Personifica a la inteligencia y es el maestro de todas las criaturas. Es el más antiguo de todos los dioses. Es padre de todos los dioses menores. Vive en Brahmâloka, paraíso situado en los montes Himâlaya. Antes de crear el mundo, Brahmâ estuvo sentado sobre una flor de loto, en actitud de meditación. Se traslada en el espacio y el tiempo sobre un cisne divino. Se le representa con cuatro cabezas coronadas, que miran a los puntos cardinales y que se interpretan usualmente como la paternidad de los cuatro Veda. Aparece como un hombre rojo, con cuatro brazos que sostienen los Veda, un rosario, una cucharilla de sacrificios, que representa la espiritualidad, y una concha o recipiente con agua del sagrado rio Gangâ -el Ganges-, que simboliza la prosperidad y la abundancia. Aparece con una barba que le da la apariencia de una anciano sabio y compasivo.


Vishnu es la segunda persona de la trimûrti. Es el principio conservador. Simboliza el agua. Es el dios que conserva y protege al universo, por lo que encarna en la tierra, siendo por ello el más querido de todos los dioses. Se le considera el gran dios benefactor y restaurador de todo lo que existe. Aparece como un joven de aspecto apuesto, vestido con atributos reales. 



Sus diez encarnaciones son:

Matsya, el pez que durante un diluvio, salva la vida al primer hombre de la era actual.


Kûrma, la tortuga, que presta su caparazón para que éste sirva de apoyo y los otros dioses puedan batir el océano de leche con el fin de extraer el amrita o néctar de la inmortalidad.


Varâha, el jabalí, que salva a la tierra exterminando a los demonios cuyo peso hacía que se hundiera en las aguas.


Narasimha, el hombre-león, que destruye al demonio Hiranyakashipu


Vâmana, el enano, que arrebata al demonio Mahâbâli la tierra, los cielos y los mundos inferiores de los que se había apoderado



Parashurama, quien extermina a casi toda la casta de los guerreros, que había degenerado



El príncipe Râma, símbolo del deber y protagonista del Râmâyana, quien rescata a su esposa Sîtâ y vence al rey de los demonios





Krishna, el auriga del principe Arjuna en el Mahâbhârata, quien transmite a los hombres la sagrada escritura de la Bhagavad Gîtâ



Buddha, el iluminado, símbolo de la compasión y el entendimiento



Y Kalki, encarnación todavía por venir, representada por un príncipe sobre un hermoso caballo blanco, que aparecerá al final de la actual etapa del mundo para castigar y premiar


"Shiva es el principio destructor y la tercera persona de la trimûrti. Simboliza a energía masculina. Es la tercera emanación del Absoluto como dios destructor y a la vez fecundador. Se le venera como supremo asceta y maestro de las verdades últimas, como señor del tiempo y de la muerte. Su símbolo es el fuego. Aparece en tiempos anteriores al vedismo, simbolizando la actividad cósmica en el sentido más amplio, la meditación que crea con la fuerza del pensamiento y la danza que imprime el ritmo vital al universo. Su nombre Shiva significa "benevolente". Vive en Shivaloka, un paraíso situado en el monte Kailâsa. En su aspecto destructor tiene un tigre a su lado. Se alimenta de lágrimas y fuego, vomita sangre, está armado de dientes agudísimos, viste un collar de cráneos humanos y las serpientes se le enrollan al cuello. El Shiva fecundador sujeta entre sus manos una serpiente y un lotot. Se le representa con cuatro brazos. Tiene un tercer ojo en la mitad de la frente, símbolo de la omnisciencia. En su cabello está la luna creciente. Su arma es el tridente. Se le suele representar comúnmente por el linga o símbolo fálico, que es adorado asimismo como símbolo de energía sexual."




Cada uno de los tres dioses principales -Brahmâ, Vishnú y Shiva- está complementado y acompañado por otro femenino, la shakti ("fuerza"). Es la energía activa de un dios, que le permite crear o mantener el universo y conceder gracias a los devotos. Se la considera, simbólicamente como la esposa del dios en cuestión, por lo que se aplica indistintamente a cualquiera de las diosas consortes.



Sarasvatî es la diosa de la sabiduría, las artes, la elocuencia, de la armonía, del lenguaje y de la ciencia. Es consorte de Brahmâ y madre de los Râga, genios musicales que presidían los sonidos. Su cabalgadura es Hamsa, un cisne. Aparece como una mujer joven y atractiva, siempre llevando un manuscrito de hojas de palma, símbolo de la protección que proporciona el saber, y una flor de loto. Se la presenta en brazos de su esposo o sola, con una lira, muy cerca de unos libros.




Lakshmî es la diosa de la riqueza y del amor. Simboliza la abundancia y la prosperidad. Nació de la espuma del océano de leche, que había sido batido por los dioses y los demonios para conseguir el amrita. Es la esposa de Vishnu. Siempre aparece como una joven muy hermosa y seductora. Lleva una diadema en la cabeza, un niño en el halda y una flor de loto en la mano, así como una guirnalda de flores. De su mano extendida caen monedas de oro. Cuando Vishnu encarna entre los hombres, Lakshmî tambien encarna para acompañarle.




Parvatî es la diosa de la fecundación, consorte de Shiva. Es el símbolo de la naturaleza femenina y del yoni o representación física del instrumento creador femenino. Como diosa fecundadora se la representa con bellas facciones de color blanco, con grandes ojos de loto, talle flexible, caderas abundantes y pechos redondos. Puede aparecer como combativa en su aspecto de Durgâ, con cuatro caras, cuatro brazos, con el lazo el arco y el disco y aplastando a un demonio, e incluso totalmente terrorífica como Kalî, bajo cuyo aspecto simboliza el poder destructor del tiempo. Aparece aquí con los ojos centelleantes, expresión maligna, tez negra, dientes largos y salientes y cabellos irisados, entrelazados con culebras. Viste con una piel de tigre. Tiene tres ojos y pendientes hechos con conchas. Se la muestra con la lengua sacada, con la que recoge los sacrificios que se le hacen. A veces se la representa con cuatro brazos y diez peirnas. Lleva un tridente o una espada en una mano y en otra, una cabeza humana cortada o una copa que contiene sangre.


























"El culto a este dios (Ganesha) está muy extendido en toda la península indogangética. Según la leyenda, estando Pârvatî bañándose en sus habitaciones fue sorprendida por el dios Shiva y pensó buscar un guardián para su puerta. Con este fin tomó rocío de su cuerpo y barro y formó a Ganesha. Cuando Shiva quiso entrar, Ganesha se opusó con tanta violencia que hasta golpeó al dios.
Furioso, Shiva llamó a varias tropas de demonios a sus órdenes, para que le matasen. Pero Ganesha no sólo les hizo frente y les detuvo, sino que arremetió contra los dioses que acudieron para ayudar a los demonios. Shiva se vió obligado a intervenir y, arrojándole su tridente le cortó la cabeza. Pârvatî montó en cólera y entró en liza con su esposo, devorando a gran parte del ejército del dios. Éste envió a sus emisarios hacia el norte con la órden de traer la cabeza del primer animal que se encontrara, que resultó ser un paquidermo, por lo que Ganesha fué resucitado con la cabeza de elefante.
(...)


Su cuerpo suele ser de color rojo y sus manos son portadoras de una maza, un loto, un nudo corredizo, una concha y un disco, además de un cuenco devotos. Lleva serpientes en los tobillos y en el pecho. Su imagen suele encontrarse en la entrada de las casas y los templo, se le considera el eliminador de obstáculos y se le invoca antes de iniciarse cualquier tipo de solemnidad, viaje o actividad, especialmente si es de índole artística o cultural."



Extracte del llibre: "La India mágica y real" de Enrique Gallud Jardiel.


Hanumân es la personificación de la devoción, que demostró desgarrando su pecho y mostrando que tenía a su dios en el corazón. como general al mando de un ejercito de monos prestó gran servicio al príncipe Râma -encarnación del dios Vishnú-, de quién era ardiente devoto, ayudándole a recuperar a su esposa Sîtâ, raptada por el demonio Râvana. Es prototipo de la fuerza, el valor, la destreza y sobre todo del amor y la lealtad a su señor.
Posee una fuerza física casi ilimitada y la capacidad de metamorfosearse a placer. Se le considera también de gran sabiduría y es el preceptor de los dioses. Además de guerrero es también poeta y se le atribuye asimismo la invención de un sistema musical. Su conducta es muy apreciada y el culto a Hanumân está extendido por toda la India."


"Agni, el dios del fuego, es el más importante y universal de los dioses védicos. Su labor es la de devorar las impurezas del mundo y purificarlas. El fuego se considera la energía que da forma a la materia y ha sido venerado desde antiguo."

1 comentari:

  1. Gracias por publicar, me encantó todo, es muy interesante y las imágenes son hermosas.

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